miércoles, 2 de enero de 2008

Si Peter Pan viniera

Si Peter Pan viniera hoy a buscarme , seguramente no reconocería al niño que un día viajó con él al país de Nunca Jamás, seguramente se llevaría un susto de muerte al encender la luz y comprobar que hice como Wendy y lo traicioné.

Prometí no crecer, prometí no traicionar nunca mis ideales, prometí seguir fiel a aquella persona que un día fui, pero los años no perdonaron, el tiempo fue pasando y perdí las ganas de volar, se me agotó el polvo de hada, dejé de ver las estrellas que indicaban el camino, dejé de tener ganas de luchar contra los piratas...

Y fui consciente de que todo era más difícil fuera de aquel país mágico donde luchábamos junto a Peter con espadas de madera, donde desafiar a los malos era coser y cantar, donde la risa enarbolaba su bandera, donde no existía el llanto porque lamentarse suponía crecer y por consiguiente morir. Seguí creciendo y la vida me enseñó que los besos no se daban con botones, que nada es para siempre, que los niños perdidos jamás eran felices que a Campanilla la habían matado por un puñado de billetes.

Y fue entonces cuando un miedo horrible se apoderó de mi porque fuera de aquel país todo era oscuro, todo me hacía enmudecer, las únicas batallas que se libraban eran con fusiles y ya nadie luchaba contra los piratas porque la revolución hacia años que dejó de existir. Y empecé a perder las ganas de viajar a Nunca Jamás cada verano, empecé a crecer y a renunciar a los sueños que junto a Peter creábamos. Los niños perdidos empezaron a convertirse en adultos perdidos, sin emociones, sin sentimientos, sin metas...

Y juré no dejar de ser un niño perdido y, juré viajar todos los veranos a Nunca Jamás y, prometí guardar junto a mi corazón el polvo de hadas... Pero las promesas se quedaron en el tintero y un 28 de febrero traicioné a Peter, tiré a la basura mi polvo de hadas y maté a Campanilla, maté al niño que un día fui y su espíritu se quedó en la estación de Chamartín mirando con tristeza y fijamente a un tren que se alejaba conmigo dentro con un destino incierto.

Hoy Peter volvió a buscarme, me trajo una caja de música y en ella sonaba "Recuerdo" de Ismael Serrano y me imaginé a mi mismo sentado en el metro encontrándome con Wendy y supe entonces que Peter me daba una segunda oportunidad, que no estaba enfadado, que me había perdonado, que volvía a mi para recordarme aquello que un día fui y para recordar aquellas promesas que un día me hice. Y busqué junto a mi corazón y encontré el polvo de hadas, me lo esparcí por encima y empecé a volar otra vez, quizás agarré tu mano, no lo sé, el caso es que hoy por 2ª vez en mi vida estoy viviendo otra vez en Nunca Jamás, vuelvo a ser un niño perdido y esta vez sí, prometo no traicionarme.

Peter puede encender la luz tranquilo, encontrará una caja de botones debajo de la cama, son todos aquellos besos que un día pude darle a alguien pero que preferí guardar quizás por miedo a crecer, quizás por miedo al futuro. Encontrará una foto de Wendy junto a un mapa que reza "2ª estrella a la derecha", encontrará una espada de madera y encontrará mis miedos agazapados, todos esos temores que día a día preferí ir guardando, los rencores que año tras año fui acumulando, los odios. Pero yo ya no estaré allí para volver a recuperarlos, he dejado de dormir en esa cama, he dejado de llorar cada noche pensando en la traición de Wendy, he viajado y ahora me encontrarás luchando contra los piratas en un bello lugar llamado "Nunca Jamás".

Lo BuEno Y Lo MaLo DeL AmOr

Amar es divino, no lo voy a negar, pero tampoco negare que también suele ser doloroso.

La definición de esta palabra no es del todo compleja, no lo es porque cada uno lo vive a su manera,

Lo digo debido a que hay dos bandos.

Uno es el que lo vive de tal manera que nada ni nadie lo puede derrocar, siente que con el amor nada es imposible, siente que con tener su anhelo mas preciado, la persona a la cual ama ya nada mas importa que cumplió su meta y ahora solo disfrutara porque uno nunca sabe cuanto durara. En otras palabras este es el bando del "Amor correspondido".

El otro es el que lo sufre de tal manera que lo siente todo perdido, que nadie ni nada lo salvara, se siente solo y destruido por dentro de tal manera que se siente asfixiado y desea que ese dolor termine por lo cual suele anhelar dejar esta tierra, morirse en otras palabras para que ese dolor que lleva uno dentro se extinga, ya no duela.

Este es el bando del "Amor no correspondido"

Como pueden notar uno es Un mundo de magia y fantasías inimaginables, mientras el otro es Un mundo lleno de dolor y melancolía el cual lo destruye a uno por dentro lentamente quitándole las ganas de vivir.

En una mejor definición son El Cielo Y El Infierno.

Esta claro Que como todo en la vida el Amor es solo un obstáculo más Un juego en el cual hay que tener una estrategia Para Ganar y sobrellevarlo, Sobre todo hay que llevar consigo una armadura la cual amortigüe los Impactos Por si llegáramos a caer Porque les puedo asegurar que sin armadura el dolor puede ser inimaginable.

También puedo decir que como todo en esta vida, todo absolutamente todo es psicológico.

Yo aquí estoy luchando, tratando de no tomármelo tan a pecho, aunque me cuesta mucho sigo sufriendo eso no lo niego, pero no todos lo tomaran de la misma manera que yo, algunos usaran una muy buena estrategia y ganaran y otros no y perderán, los que pierdan solo espero que logren entender que es solo un juego y que no es el fin del mundo, comprendo que mientras uno sufre no puede entrar en razón, aun sabiendo como son las cosas en realidad igualmente elije el camino de que todo esta perdido y rara veces por momentos uno entra en razón y se da cuenta de que nada es imposible y que de los errores uno aprende y que en la vida todo llega a su tiempo.

Esta es la definición que le puedo dar ah esta palabra puede ser que algunos piensen que me quede corto y otros que exagere un poco, pero esta es mi visión de las cosas.

Ahora todo lo dejo a Tu criterio.

martes, 1 de enero de 2008

Ahora....

Crecer, recordando aquel verso de Machado:

Hoy es siempre todavía,
toda la vida es ahora.

Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora.

Ahora que la adolescencia es un septiembre lejano,
humo de cerveza en un portal, un verano inacabado.
Algunos años en la facultad de ciencias,
papeles escritos, ron de Cuba, hojas de hierba,
un tren dormido en una vía muerta,
la luz de la ventana azul que siempre estaba abierta.

Ahora que quedan tan lejos las playas de Corfú,
las estaciones de trenes de Praga, Hamburgo o Estambul,
los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos,
la luz de una cafetería, los amores conversos.

Ahora que te cansas y las piscinas cierran,
y apura el último baño la luz de las estrellas.
Ahora que regreso a los lugares a donde quise huir
y nadie me espera allí.
Ahora que casi llego a fin de mes,
que amo a una mujer.

Que amo a una mujer.

Ahora que pago las facturas, que me besé en La Habana,
que sueño con Lacandona, que ya no escribo cartas,
que cumplimos más añós que promesas,
que se hunden nuestros corazones como la vieja Venecia,
que llego tarde a los cines y al fin del planeta,
que alquilo un pequeño piso en un castillo de arena.

Ahora que duelen las resacas y cortan como una navaja.
Ahora que nadie nos saluda por los bares de Malasaña,
que pido auxilio, besos y comida por teléfono,
que fumo flores y lloro a veces mientras duermo.
Ahora que tiemblo como un niño abandonado.
Ahora que viejos amigos nos han traicionado.

Ahora es el momento de volver a empezar, que empiece el carnaval,
la orgía en el Palacio de Invierno, de banderas y besos.
Se cayeron mis alas y yo no me rendí,
así que ven aquí,
brindemos que hoy es siempre todavía,
que nunca me gustaron las despedidas.