miércoles, 16 de julio de 2008

El Viaje del Emperador.


Hoy me ha venido a la memoria un documental y no he podido evitar hacerle una entrada al respecto.
Es una historia tremendamente bonita y todo un ejemplo de supervivencia, amor, nobleza y fidelidad.
Ya sé que pensaran que soy un poco cursi al ponerme a escribir sobre el pingüino emperador. Pero teniendo en cuenta que vivimos tiempos donde los valores éticos y morales andan por niveles de subsuelo y donde la palabra fidelidad, compromiso, lealtad, confianza están en peligro de extinción. Creo que no está de más enriquecernos un poco con el ejemplo que nos dan estos animales.
Me gustaría que conocieran un poco más sobre este simpático animalito.
Cada Pingüino Emperador, al volver desde zonas de más al norte a su zona de crianza en la Antártida, busca a su pareja del año anterior, y sólo en caso que no pueda encontrarla (normalmente por la muerte de ésta), elegirá a otra pareja. Si un macho trata de juntarse con una hembra que aún no ha encontrado a su pareja del año anterior, y ésta llega luego, el intruso inmediatamente se va en busca de otra hembra solitaria. Aunque ambos pingüinos sean pareja de años, al encontrarse nuevamente no se aparean inmediatamente, sino tienen una etapa previa de cortejo.
Cada pareja busca un lugar apropiado en donde, sin nido ni preparación especial, coloca su único huevo. Esto ocurre alrededor de Mayo o Junio, al comienzo del crudo invierno antártico; en donde las oscuras noches llegan a durar más de 20 horas. El huevo es traspasado por la hembra inmediatamente al macho quien lo coloca sobre las patas para evitar el contacto con el frio suelo, siendo tapado completamente con las plumas del abdomen. La hembra regresa al mar para alimentarse.
Debido al rigor de la época de crianza, el padre llega a perder hasta la mitad de su peso. Por este motivo, como el gasto de energía es enorme sólo pueden criar un polluelo; y una de las formas de ahorrar energía es que el macho puede pasar la mayor parte del día durmiendo mientras incuba y ayuna por cerca de dos meses.
Los lugares de cría no solo están cerca del mar, sino que pueden llegar a internarse hasta 90 kms. hacia el interior del continente helado.



A principios de Septiembre nacen las crías muy hambrientas. Por esa época vuelven las hembras para relevar a sus compañeros mientras estos van al mar a alimentarse. Si al nacer el polluelo, la hembra aún no ha llegado, el macho regurgita una secreción blanca que sirve de alimento al polluelo.
Cuando las crías de la colonia han crecido, se juntan en las denominadas "guarderías" mientras los padres van a alimentarse. A pesar de que en esta época azotan vientos de hasta 180 kms/h con temperaturas de -60ºC, en el interior de estas guarderías en donde las crías se agrupan, la temperatura puede llegar a 20ºC. Al volver los adultos, tanto padres como hijos pueden reconocerse por sus gritos característicos, los cuales se pueden escuchar hasta a 1 km. de distancia.
Los pollos crecen lentamente al principio y más rápidamente hacia el final de la primavera, siendo independientes a la mitad del verano.

1 comentario:

Sole dijo...

Guille, nada de cursi..un placer leer esta historia, reflejo de una realidad

Ojala nosotros a los que nos denominan "humanos" imitemos al menos un poquito a estos pinguinos, que hermoso y distinto seria todo...Espero estes bien, me encanto tu entrada!!

Espero tu firmita por mi blog, aunque aun no he podido actualizrlo..es que son tiempos dificiles

Un beso
Sole