jueves, 17 de julio de 2008

La crisis de los 30

Todavía no he llegado a la crisis de los 30. Si me descuido, empalmaré con la de los 40. Mucha gente me dice que en la treintena no hay crisis que valga, que es la mejor etapa de la vida, el comienzo de una vida adulta llena de ilusiones y retos que hay que afrontar, que queda mucho por delante y que hay que disfrutar, etc etc, pero lo que está claro es que en esta etapa vital se produce un cambio estructural importantísimo. Se nos escapa de las manos la juventud, con todo lo que eso conlleva. Si, hay que reconocerlo. Ya no somos jóvenes. Quizás nos podamos sentir jóvenes, pero ya no lo somos. ¿Y porqué no lo somos?. Porque hemos cambiado el chip.

Hablando desde mi perspectiva, desde un punto de vista de alguien que ha tenido suerte de vivir en un país, en un estado del bienestar y en un entorno favorable, mi unica responsabilidad cuando era joven era estudiar. Así de simple. Tus otras preocupaciones se basaban principalmente en divertirte. Así es la juventud en occidente y a principios del siglo XXI. No problemas. Hay que forjarse un futuro. Pero mientras te lo forjas, te lo pasas bien y disfrutas sin más. Es lo inherente a esta etapa.

Pero vas cumpliendo años y las cosas van cambiando. Te entran de repente los agobios, la necesidad de forjarte un futuro no es que sea apremiante, es que el futuro ha llegado para quedarse. Y si no te lo has forjado adecuadamente, comienzan los problemas. Pasamos de pensar en divertirnos a pensar en el trabajo, en la pareja, hijos, en compromisos, en la vivienda, en el dinero, en la salud, en la estabilidad y en todos los problemas de la vida adulta en definitiva. La presión social se hace evidente. Los conceptos éxito y fracaso cobran una nueva dimensión. Hay que madurar, y rapidito. Cambia en definitiva tu perspectiva vital. No digo que sea malo. Es ley de vida. Pero crisis, hay.

Yo lo noto con mis amigos. No ya porque quedemos mucho menos porque cada uno tiene su propia historia (otro día desarrollaré un post sobre mi teoría de los Eventos), sino porque ni hablamos de las mismas cosas, ni pensamos igual que antes, ni nos divertimos igual. No digo que sea ni mejor ni peor. Es diferente. A mi particularmente me gustaba más antes, pero entiendo que tiene que ser así.

Se ha hablado mucho sobre esta etapa. Que si nuestra generación tiene complejo de Peter Pan, que si Generación X, que si tal y que si cual. Yo en eso no entro. Yo solo digo que hay cambio. Y el cambio, es conflictivo.

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